Estamos agradecidos por redescubrir y renovar nuestra perspectiva correcta del Dios Padre que tenemos. El tamaño de nuestro agradecimiento, que ha salido de nuestro ser y debemos evitar que se desvanezca y que nunca más volvamos a vivir en niveles más bajos, sino en aquellos a los que Dios nos llevó de la mano el 2016.
Por lo tanto nuestra mirada es de plena convicción, que seremos testigos y protagonistas de las maravillosas promesas de Dios para esta Casa desde sus inicios en 1972.
Jesús es Señor real de esta Casa y el Espíritu Santo nuestro amoroso maestro y guía, para hacer la perfecta voluntad de nuestro Padre.
Nuestra casa tiene historia y la seguimos escribiendo.
Este año estaremos “Construyendo 50000 sueños”
Sus pastores,

Toto y Silvia